Experiencia Sensorial

Personas con Autismo

 Una mirada al mundo desde su perspectiva.

¿Te has preguntado cómo perciben el mundo las personas con autismo? Para ellos, los sentidos no siempre funcionan de la misma manera que para nosotros. Como neurólogo infantil, me parece fascinante y necesario entender cómo estas diferencias sensoriales impactan su día a día, y más importante aún, cómo podemos apoyarlos para que vivan de manera plena y confortable.

¿Qué es la Experiencia Sensorial en el Autismo?

La experiencia sensorial se refiere a cómo procesamos la información que recibimos a través de los sentidos: vista, oído, tacto, gusto, olfato, equilibrio y percepción del cuerpo en el espacio. En las personas con autismo, este procesamiento puede ser diferente, lo que a menudo da lugar a una hipersensibilidad o hiposensibilidad sensorial.

Ejemplo de hipersensibilidad: Una luz fluorescente que para nosotros es apenas notable, para una persona con autismo puede ser abrumadora, como si fuera un reflector.
Ejemplo de hiposensibilidad: Un niño con autismo podría buscar estímulos intensos, como balancearse o presionar su cuerpo contra superficies, porque su sistema sensorial no detecta ciertas sensaciones con normalidad.

Impacto en el Día a Día

Estas diferencias sensoriales pueden influir en muchas áreas de la vida:

  • Ambientes ruidosos: Un lugar con mucho ruido (un centro comercial, por ejemplo) puede ser insoportable para alguien con hipersensibilidad auditiva.
  • Ropa o texturas: Ciertas prendas o etiquetas pueden resultar extremadamente incómodas debido a la hipersensibilidad táctil.
  • Preferencias alimenticias: Algunos niños pueden evitar ciertos alimentos por su textura o sabor, mientras que otros buscan sabores intensos para satisfacer su hiposensibilidad.

Cómo apoyar a las personas con Autismo en su experiencia sensorial

  1. Crea ambientes sensorialmente amigables
    Identifica los estímulos que resultan incómodos o abrumadores y minimízalos. Por ejemplo, reduce ruidos fuertes o elige luces más cálidas y suaves.

  2. Ofrece herramientas de apoyo
    Los protectores auditivos, gafas o lentes de sol y/o juguetes sensoriales pueden ayudar a regular su experiencia sensorial.

  3. Respeta sus límites
    Si un niño evita ciertas texturas, sonidos o luces, no lo fuerces. En lugar de eso, adapta el entorno a sus necesidades.

  4. Introduce nuevos estímulos de forma gradual
    Si es necesario acostumbrarlos a un nuevo entorno o estímulo, hazlo poco a poco, con paciencia y refuerzo positivo.

Entendiendo el mundo a través de sus sentidos

Para las personas con autismo, su experiencia sensorial no es «buena» ni «mala», simplemente es diferente. Comprender y respetar estas diferencias es clave para construir un entorno más inclusivo y cómodo para ellos.

Como padres, maestros y miembros de la comunidad, nuestro papel es acompañarlos, aprender de ellos y ayudarlos a navegar un mundo que, a veces, no está diseñado para sus necesidades.

 

Reflexión Final

La experiencia sensorial en personas con autismo es una ventana a su forma única de percibir y procesar el mundo. Con comprensión, empatía y las estrategias adecuadas, podemos hacer que se sientan valorados, seguros y capaces de disfrutar plenamente de su entorno.

 

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